Aristóteles muy acertadamente definió la virtud como el término equidistante entre dos vicios, y sobre ese ansiado lugar y respecto de nuestras necesidades, quiero reflexionar hoy.
Aunque no quererse uno mismo, desdeñar siempre las necesidades de uno y anteponer las de los demás por encima de todo, tiene devastadoras consecuencias sobre la construcción de la autoestima y la sana relación con los demás, hoy quiero hacer hincapié en el otro «vicio», en la de las personas que apenas consiguen salir de sí mismas, de sus tribulaciones y problemas, para preocuparse por los demás.
La mayoría de las personas que enfocan y centran toda su atención en sí mismos, dedican mucho de su tiempo a buscar qué es lo que están perdiendo en sus vidas y a tratar de recuperarlo sin mucho acierto.
Además como explica Menninger en la búsqueda de estas necesidades producen efectos colaterales que seguramente te…
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