Llegó la hora de hacer esa tarea que tanto te incomoda, y cuando estás a punto de hacerlo, prefieres prender la TV. Puede parecer un pequeño detalle al comienzo, pero cuando esa actitud de escape se repite es porque la disciplina no es una de tus características. No todo está perdido. La disciplina no es algo innato en los seres humanos. Es una cualidad que se construye con el paso del tiempo. ¿Te sientes culpable de haber pospuesto la realización de esa tarea desagradable? Si tienes propósito de enmienda te conviene seguir los pasos que te citamos continuación:
PASO #1: HACER UN AUTONANÁLISIS
No se puede ser disciplinado de la noche a la mañana. Y peor si es que no sabes el motivo de tu aversión a la disciplina. Resultaría óptimo que elabores una lista de lastareas que te resultan incómodas. Pueden ser las tareas de la casa, las de tu trabajo o las estudiantiles. Depende en qué ámbito de tu vida quieras volverte más disciplinado. Una vez que ya tienes esa lista, debes elaborar una segunda, que incluya los distractores que evitan el cumplimiento de esas tareas: las redes sociales, la TV, el licor, los videojuegos, los amigos, el casino, el fútbol, etc.
PASO #2: PLANTEARSE UN CAMBIO DE ACTITUD
Debes encarar la vida de una forma diferente. La disciplina solo se puede lograr cuando nos encontramos en plenitud con el universo. Comienza las tareas más incómodas para ti al iniciar el día. Verás que todas tus tareas agendadas para el día las terminarás haciendo, puesto que las cosas que más te gustan hacer, están planificadas para el final del día. No hay pierde. Tras algunos días de disciplina severa,te volverán las ganas de caer en los distractores o vicios que impedían el logro de tu meta. Mantente firme, no caigas y ya habrás superado gran parte de tu debilidad.
PASO #3: PLANIFICAR TODO
Manéjate como si fueras una empresa. Hay tareas que son más importantes que otras. Sin embargo, todas se deben realizar. ¿Cómo lograrlo? A través de una agenda diaria. Una persona que carece de disciplina se logra reconocer por sus hábitos alimenticios, por ejemplo. Un día almuerza al mediodía, otro a las 3 de la tarde, y algunas veces hasta olvida el almuerzo. Debes tener un control total de tu vida, y esto incluye las horas de comida y las de sueño.
PASO #4: ALEJARSE DE LAS PERSONAS PERNICIOSAS
Existen personas a tu alrededor, ya sea en tu universidad, trabajo u hogar, que se sentirán incómodas ante tu cambio inesperado. Lamentablemente existen individuos que solo se sienten felices cuando los que están alrededor de ellos son tan desdichados y fracasados como él. Esta clase de individuos tratarán de enmendar tu cambio, te invitarán a disfrutar de los placeres de la vida para que vuelvas a tu estado inicial. Tú no los puedes cambiar. Así que lo mejor es guardar distancia de ellos.
PASO #5: VALORAR LOS LOGROS
No importa si has conseguido pequeños logros con tu cambio de actitud. Son importantes. Si quieres reforzar tu cambio para lograr disciplina en tu vida, establece refuerzos positivos ante pequeñas metas logradas. ¿Te propusiste no jugar videojuegos durante dos meses y lo lograste? Pues como recompensa, puedes darte ese gustito que hace tanto esperas (ojo, que ese gusto no sean los videojuegos, por favor).
PASO #6: SENTIR EL CAMBIO COMO PARTE NUESTRA
Si pasan los meses, logras la disciplina, pero aún no sienten esos cambios como parte de tu personalidad, es que algo no está funcionando bien. Quizás estás forzándote a ser alguien que no eres. Tienes que plantearte lograr la disciplina sin romper tu esquema de valores y preferencias. Si te gusta la música, y dentro de tu compromiso para la disciplina te has planteado no escuchar música durante unos meses, eso más que ayudarte puede perjudicarte. Mucho cuidado en confundir los gustos y preferencias con los vicios o distractores.
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