
Asertividad, qué palabra más bonita, que acciones más “suelta-tensiones” salen de ella, pero, ¿por qué cuando somos asertivos, cuando decimos que no empiezan los problemas?
Pongamos un ejemplo, en muchas, por no decir la mayoría de empresas, cuando siempre dices que sí a todo, eres el mejor, eres al que siempre llaman para hacer favores, el que “siempre está ahí cuando se le necesita”, el bueno, y un largo etcéra de cualidades buenas y actitudes positivas para la empresa, pero… VAYA, un día libras, y tienes planes… cena con los amigos, cena con tu novia, vamos, lo que viene siendo un sábado libre desde hace meses… y te llaman para trabajar esa noche… Tú tienes planes, pero al parecer, te da “miedo” decir que no… ¿por qué?, ¿por qué nos da miedo decir que no, cuando es nuestro propio derecho el que debería tirarnos a por ese no?
Conozco muuuuuucha gente que parece que esa palabra no la tiene en el vocabulario, y se sienten atados a su pareja, a su trabajo, a su familia y no viven su propia vida por no saber decir que no, por querer cumplir con todo el mundo sabiendo perfectamente que lo que hacen, lo hacen por “obligación”
Una cosa, es que lo hagas porque a la otra persona le hace ilusión, porque a ti te apetece hacerle ese “regalo”, pero verter tu vida al pozo por solo hacer lo que los demás quieren, ojo, ojo a eso porque se puede complicar todo.
Cada uno miramos por nuestro propio interés, y lo único que conseguimos haciendo siempre lo que los demás quieren es no llegar a nuestros objetivos, a nuestros sueños, a nuestra VIDA.
Otra parte de la asertividad es la empatía, ponerse en la piel del otro, no es decir si a todo, pero en ese momento hay que pensar lo que el otro está pidiendo… Piensa eso también, no lo dejéis pasar…
Tengo una tarea para vosotros, autoanalizaros, mirad lo que hacéis a diario que sea porque vosotros queréis y lo que hacéis por no saber decir que no.
Y sobre todo, sed felices!
Tomado de https://eugecoach.wordpress.com/2016/04/22/asertividad/