Crecimiento emocional

ramita-saltarina

Hoy quiero comenzar por uno de los relatos que guardo de Carmen, durante mi adolescencia desarrollada en Salamanca, que perdurando en la memoria me ha embestido en muchos momentos clave a lo largo de la vida. Es algo así como una adivinanza, un referente que considero de extraordinario valor, y que aquí públicamente quiero transferir por escrito de nuevo a mis hijos Dani y Alan, así como a todos los que como ellos transitan por ese particular periodo de la vida adolescente en que tenemos que descubrir algo tan importante para nuestro desarrollo como es la responsabilidad.

“Siete ranas están cómodamente sentadas sobre el alfeizar de una ventana. Cinco de ellas deciden saltar. Cuantas ranas quedan?”

Solo la primera vez que Carmen me hizo esa pregunta contesté que dos. “No. Quedan siete. Una cosa es que decidan saltar y otra muy distinta que terminen haciéndolo” -respondió mi madre-.

Durante todo el proceso de crecimiento de los seres humanos, nuestro cuerpo prospera sin esfuerzo aparente, física e intelectualmente, y basta con mantener una alimentación adecuada para sentirnos cada vez más grandes, más fuertes e intelectualmente con más posibilidades.

Sin embargo, en muchos casos, mantenemos la creencia subconsciente de que nuestro crecimiento emocional sigue patrones similares al del físico; pero en la realidad no es así. El crecimiento emocional no avanza por si solo, y cuando terminamos el periodo de educación formal, aparece la ineludible responsabilidad de seguir avanzando, pero esta vez ya con nuestro esfuerzo, en el proceso de crecimiento; porque nada ni nadie más lo hará por nosotros.

Realmente somos pocas veces conscientes de que no venimos con un plan preestablecido para continuar creciendo y de que es compromiso nuestro el decidir donde y en que queremos crecer, ya que somos nosotros los que resolvemos que aprenderemos y cual es el momento para comenzar.

Con frecuencia nos decimos: “Pensaba que sería más fácil”.

Es más probable que actuando tengamos ganas de hacer algo, que esperar a tener ganas de actuar.

Después lo haré”. Pocas veces existe una frase tan inútil.

Simplemente: Hagámoslo!

Fuente: http://www.ramonjhernandez.com/2014/10/crecimiento.html

 

Acerca de Ing. Gustavo Vittek

Ingeniero Industrial (ITBA), eMBA (Universidad Siglo 21), CPIM (APICS, CIRM (APICS). En el año 2014 tomo contacto con Diseño Humano, una herramienta que permite conocer nuestro ser original, sin los condicionamientos de nuestra educación formal e informal. De una manera gráfica, simple y práctica, Diseño Humano nos permite conocer nuestra esencia, nuestros dones y áreas de aprendizaje, a la vez que nos muestra la forma correcta de llevar adelante nuestra vida, tomando decisiones desde el lugar correcto de nuestro diseño. Tenemos en nuestras manos el manual de instrucciones para llevar adelante nuestra vida de la forma más fluida y alineada con nuestra esencia. En abril de 2018 recibo la certificación de Analista de Diseño Humano Consciente, con especialización en relaciones. Estoy habilitado para hacer lecturas estratégicas, lecturas integradoras y de propósito de vida. Las lecturas de relaciones orientan a todo tipo de parejas en cuanto a las áreas de apoyo de potencial conflicto en la relación. Haciendo consciente el conflicto, tomando las áreas de apoyo y comodidad de la pareja muestro el potencial crecimiento de la relación.
Esta entrada fue publicada en Cambio, Coaching, Coaching personal, Desarrollo personal, Inteligencia emocional, Liderazgo personal, Motivación y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Crecimiento emocional

  1. ramonjhernandez dijo:

    Un saludo Gustavo!!!

    Le gusta a 2 personas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s