Cuando Steve Jobs dijo: “Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho con él es hacer lo que creas que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te detengas. Al igual que con todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres. Y, como cualquier gran relación, sólo se pondrá mejor y mejor, conforme los años pasen. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te detengas” a más de uno, nos planteó grandes dilemas.
Si vamos analizando el pensamiento frase por frase, las reflexiones se suceden.
Que el trabajo llena gran parte de nuestra vida, al menos ocho horas, en la mayoría de los casos, tenemos certeza. A partir de ahí:
¿Qué es para ti un trabajo? y, ¿un gran trabajo?
Estar satisfecho con tu trabajo, ¿qué significa?, ¿lo estás?
¿Qué es lo que yo vas a amar cuando lo hagas?
¿Cómo vas a seguir buscando?
¿Cómo sabrás que es ese cuando lo encuentre?
A veces nos hemos detenido poco en la selección del empleo, en numerosas ocasiones, es el trabajo, el que nos ha elegido a nosotros y lejos de plantearnos estas cuestiones, optamos, como mínimo, por dos vías muy distintas. En una seguimos el pensamiento de Tolstoi “amando lo que uno hace” sea lo que sea, con unos valores y una misión y visión claras de que en cualquier trabajo podemos hacer algo grande y en otra, nos mantenernos en nuestra “zona de confort”, es decir, en el mismo trabajo de siempre, que no nos gusta en absoluto pero que es un buen “pagafacturas” al final de mes. Sin darnos cuenta de que su valor irá haciéndonos decrecer personal, emocional e intelectualmente a medida que aumentamos nuestro esfuerzo por hacer las tareas diarias.
En esta última situación las palabras de Jobs no tienen significado y es precisamente entonces, cuando nuestro desarrollo vital merece una reflexión.
Cuando Jobs habla de amar lo que haces, sólo quiere decir que te prestes un poco de atención y escuches a tu interior que te dirá, qué es lo que te gusta hacer, lo que haces naturalmente, sin esfuerzo, dejándote fluir, lo que estás realizando cuando pasan las horas sin darte cuenta, en lo que piensas desde cuando te levantas por las mañanas hasta que cierras los ojos para dormir. Llámalo don, habilidad, fortaleza, cualidad, aptitud…pero ¡¡úsalo!!
A veces se necesita tiempo y reflexión para advertir que, lo que a ti apenas te cuesta hacer, otros están dispuestos a pagar por ello y así te podrás dedicar a esa tu pasión. Lo que a ti “te sale natural” a otros nos puede costar mucho esfuerzo y preferimos que otros nos los proporcionen. Piensa en ello.
Trabajando en eso que adoras, sea lo que sea, podrás ser el mejor, innovar, ser creativo, ponerle entusiasmo, ilusión, no esperar que siempre sea viernes y que por fin para ti las palabras de Jobs tomen vida, no en tus sueños, sino en tu realidad.
Si no puedes encontrar ese algo tuyo sólo, no lo desperdicies, busca ayuda. Todos tenemos talento para algo que se nos da muy, muy bien y nos apasiona.
Tomado de http://arucacoach.me/2014/11/21/cual-es-tu-pasion/
Muy buen artículo. Es una gran filosofía de vida, no hay que cansarse nunca de buscar nuestra pasión, nuestro sitio en esta vida y en este mundo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Adrian, muchas gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta