La vida es algo que cargamos, que poseemos, pero también es intrínseco a ella las dudas. No saber cuál puede ser el sentido de la vida puede llegar a herirnos como la más cruel de las lanzas inmisericordes. Y esto se debe a que sabemos que hay más que esto, que la vida no puede ser frivolidad tras frivolidad, lo intuimos. Nosotros nos sentimos diferentes, ¿pero nuestro actuar es diferente?, ¿nuestro mundo interior es diferente? En este artículo los dos juntos, tú y yo, trataremos de encontrar ese sentido de la vida que muchas veces suele perderse como la arena entre los dedos. Pensaremos los dos juntos para encontrar ciertas respuestas en las cuales no habíamos reparado.
Haz lo que te hace único
Nosotros no tenemos por qué parecernos a todo el resto mundo. Encuentra tus propias fortalezas, pasiones y valores. Aléjate de lo que parece convencional y sigue tu corazón ardiendo, tu propio sendero.
Utiliza tu propia orientación
Ponte en contacto con tus sentimientos, analiza cómo te sientes cuando estás haciendo algo. Este análisis lo puedes desarrollar evaluando tu forma de trabajar, tu manera de enfrentar una tarea o un pasatiempo. Analiza tu forma de actuar y pregúntate: ¿Cómo estoy actuando? Mantén a mano un cuaderno para apuntar estos momentos. Haz más a menudo las cosas que te gustan. Recuerda: debes acercarte a las cosas no por deber sino por afecto.
Cuando eras un niño ¿qué pretendías ser?
Recobra tu entusiasmo de niño, nunca lo debes perder, ¡no te lo permitas! Ese entusiasmo puro de la infancia es tal vez lo más valioso que nos ha ocurrido en la vida y debemos atesorarlo. ¿Recuerdas lo que anhelabas ser de adulto cuando eras niño? ¿Qué fue lo que le dijiste a todo el mundo que querías ser? ¿Qué te gusta hacer? ¿A dónde te gustaría ir?
¿Qué es lo que realmente te gusta hacer?
Parece algo sencillo de responder, pero no es así. Dime con honestidad, ¿alguna vez te has formulado esta pregunta? ¿Tienes una respuesta precisa, sin dudas, sin ambages? Hazlo ahora, pregúntate con honestidad qué te gusta hacer. Sólo así conocerás lo complicado que puede resultar responder esa pregunta.
Pregúntate qué harías si no tuvieras limitaciones
Imagina que no cuentas con limitaciones externas, materiales, económicas ni de salud, entre otras. Imagina eso y sólo así conocerás ese otro tipo de limitaciones mucho más crueles: las limitaciones interiores. Intenta este ejercicio: escribe dos columnas en una hoja de papel. En la primera columna escribe las metas que deseas alcanzar; en la otra, todas las cosas que te impiden llegar a esa meta. Y, a continuación, ejecuta lo que tanto estás deseando conseguir.
¿Qué cosas nos da mayores sentimientos de valor, de importancia y de satisfacción?
Cuando trates de resolver esta pregunta no las escribas, te pediré que te acuestes o te sientes en un lugar cómodo y recuerda, visualiza, los escenarios o los momentos en los cuales has sido feliz o te has sentido valorado. De verdad espero que esto te arroje luces sobre lo que deberías estar haciendo más a menudo.
¿Tiene creencias que están reteniendo?
¿Hay algo que realmente quieres hacer, pero tienes creencias limitantes que te frenan? Tus creencias pueden parecer reales, irrefutables, cuando en realidad son cosas que hemos aprendido a aceptar, incluso si no son ciertas. Tal vez seamos los poseedores de un talento que no desarrollamos lo suficientemente. Tal vezpensamos que no llegaremos a contar con el tiempo suficiente para llevarlo a la práctica. Tal vez sentimos que a los demás les importará nada de lo que hagamos. Cualquiera que sea el caso es el momento de dar un paso atrás y echar un vistazo desde una perspectiva diferente y responder a estas preguntas: ¿Qué tengo que creer para hacer algo que me apasiona? ¿Qué ideas tendría que seguir mi corazón?
¿Te sientes cómodo ante como te encuentras? ¿Sientes que ya has podido crear en tu cabeza el sentido de la vida?
Visto en http://suplementos.pymex.pe/