La fábula del cuidador y el aceite

faro

La historia que les presento habla sobre la importancia de tener enfoque. Hoy en día, se podría decir, es un lujo encontrar a personas enfocadas, que sepan lo que quieren y a donde quieren llegar. Este relato a continuación habla sobre eso, sobre cómo tener una visión y seguirla, aunque muchas veces existirán personas o circunstancias que pueden hacer que nos alejemos de esa visión, siempre es importante seguir ese camino que ya nos hemos trazado.

Una vez en un pueblo muy lejano, una persona recibió la misión de alumbrar un faro. Para ello, las personas que lo contrataron, le proporcionaban una vez al mes aceite para que cumpla esa misión. Todo parecía sencillo y simple de hacer y el cuidador empezó a trabajar.

A los pocos días de empezar, una vecina del pueblo le pidió aceite para calentar su casa pues hacía mucho frío, a lo cual el cuidador aceptó. Luego, unos días después, un señor necesitaba aceite para su lámpara, pues su casa estaba era muy oscura y no podía ver casi nada dentro de ella, el cuidador también accedió a tal petición. Por último, otro señor le pidió que le diera un poco de aceite para aceitar su rueda del coche, el cuidador, al igual que los anteriores, accedió al pedido porque consideraba que todos eran pedidos justificados y causas nobles.

Casi unos días antes de fin de mes, el faro se apagó por falta de aceite y como consecuencia de esto varios barcos encallaron en los acantilados. Sus jefes lo despidieron de inmediato diciéndole: “Se te dio el aceite por una sola razón: queríamos que mantengas el faro ardiendo”.

Moraleja: Siempre debes tener un enfoque. Todos los líderes saben esto, la importancia de estar enfocados, de tener un horizonte y saber a dónde se quiere llegar. Saben que no pueden ayudar a todo el mundo (por más que quisieran), y si lo intentaran, terminarían extenuados, estresados y con ganas de tirar la toalla.  Por eso es importante priorizar el trabajo que debe hacer uno.

Fuente: http://pymex.pe/suplementos/la-fabula-de-la-semana/la-fabula-del-cuidador-y-el-aceite?utm_source=email+marketing&utm_campaign=01-FAB-MG&utm_medium=email

Acerca de Ing. Gustavo Vittek

Ingeniero Industrial (ITBA), eMBA (Universidad Siglo 21), CPIM (APICS, CIRM (APICS). En el año 2014 tomo contacto con Diseño Humano, una herramienta que permite conocer nuestro ser original, sin los condicionamientos de nuestra educación formal e informal. De una manera gráfica, simple y práctica, Diseño Humano nos permite conocer nuestra esencia, nuestros dones y áreas de aprendizaje, a la vez que nos muestra la forma correcta de llevar adelante nuestra vida, tomando decisiones desde el lugar correcto de nuestro diseño. Tenemos en nuestras manos el manual de instrucciones para llevar adelante nuestra vida de la forma más fluida y alineada con nuestra esencia. En abril de 2018 recibo la certificación de Analista de Diseño Humano Consciente, con especialización en relaciones. Estoy habilitado para hacer lecturas estratégicas, lecturas integradoras y de propósito de vida. Las lecturas de relaciones orientan a todo tipo de parejas en cuanto a las áreas de apoyo de potencial conflicto en la relación. Haciendo consciente el conflicto, tomando las áreas de apoyo y comodidad de la pareja muestro el potencial crecimiento de la relación.
Esta entrada fue publicada en Fabulas para reflexionar y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a La fábula del cuidador y el aceite

  1. Renata dijo:

    Muy bueno, mas de uno debería leerlo y mas que nada practicarlo !!!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario