Es increíble como a veces una pequeña historia puede contener grandes mensajes para nuestras vidas, reflexiones que a veces con muchas palabrerías no entendemos, pero al escuchar una pequeña historia, entran a nuestra mente de una manera más clara, ese es el caso de esta fábula que compartiremos a continuación. Una historia que nos habla acerca de nuestra actitud inconformista ante muchas situaciones, la cual nos termina metiendo en problemas mucho más graves. Nuestra necedad no nos permite ver las cosas con objetividad, nuestro propio egoísmo muchas veces nos hace jugadas en nuestra contra. Por tal razón es el momento de analizar nuestra personalidad, ¿cuáles actitudes son las que te están dañando sí que te des cuenta? La siguiente historia nos hará recapacitar acerca de esto.
El niño y Los dulces
Un día se encontraba un niño dentro de una tienda en el cual se encontraba un recipiente lleno de dulces, el pequeño no podía desviar su atención de ese tan llamativo frasco repleto de dulces de colores, rojo, verde, amarillos, azules, blancos, en fin todo un arcoíris de sabores, el cual tenía al niño casi que se le salía la baba de pensar en ellos. El Dueño de la tienda era una ancianita muy amable, la cual observo que el niño no despegaba su mirada de aquellos caramelos, lo que le toco el corazón y llamando al niño le dijo, –mete tu mano en el recipiente y todos los dulces que saques serán tuyos.
Inmediatamente la expresión del niño cambio, emocionadísimo por lo que la dulce ancianita le había dicho, el niño sin pensarlo dos veces metió su mano dentro del frasco y cogió la mayor cantidad de dulces que cabían en su mano, se sintió muy contento al darse cuenta que tenía una cantidad muy grande de los caramelos de colores, pero esto cambió cuando intento sacar su mano del frasco y se dio cuenta que simplemente su mano repleta de dulces no cabría por el cuello del recipiente, lo que no le permitía sacarla de ninguna forma, el niño necio en obtener esa gran cantidad de dulces, seguía intentándolo sin parar.
No paso mucho tiempo para que el niño se pusiera a llorar de una manera amarga y triste, pues estaba totalmente desilusionado, hasta que tuvo que acercarse un amigo suyo, el cual le dijo: – debes conformarte con la mitad de los dulces que tienes en tu mano, de otra forma no vas a poder sacar tu mano de ese recipiente. Aun después de estas palabras el niño seguía llorando sin consuelo pues no iba a poder conseguir toda la cantidad de dulces que él había agarrado en su mano.
Reflexión
La reflexión que esta historia nos deja, es una muy clave en nuestras vidas. Suponiendo que todos alguna vez hemos conocido el caso de alguna persona a la cual se la ha extendido la mano y esta se ha aprovechado y querido obtener más de esta mano bondadosa. Pues es un caso muy común en cualquier parte del mundo y que sucede con frecuencia ¿Quieres pertenecer a esta clase de personas? seguramente tu respuesta es no, por lo tanto es muy importante que tengamos siempre en mente que no debemos de obtener más de lo debido, pues a fin de cuentas esto siempre acarrea consecuencias a nuestras vidas, un verdadero ejemplo es este niño que por querer aprovecharse de la bondad de otros, le termino yendo mal. Esto nos puede pasar a todos, así que hay que tener con cuidado y actuar siempre conforma a los valores morales correctos.
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