Acostumbrados a hacer pocos viajes interiores a las profundidades de nuestro ser, hacemos que la apariencia o “el tener” sea una cuestión que dirija en nuestras vidas, casi todo.
No me refiero en concreto a nuestro aspecto sino a todas las cuestiones con las que vamos adornando nuestra persona hasta hacernos creer que somos nosotros mismos y que sin ellas dejamos de serlo.
A quién no le gusta una preciosa casa, o un estupendo y potente coche o la infinidad de cosas materiales que podemos conseguir casi siempre con dinero.
La cuestión es si, sin ellas, quedaría afectado nuestro ser, nuestro yo, la persona que llevamos años construyendo. Has pensado si todas esas cuestiones que te afanas en conseguir con gran esfuerzo, llenan todas tus inquietudes y anhelos.
Las personas somos mucho más de lo que hacemos y de lo que tenemos, de modo que cuando perdemos o ganamos parte de estas cuestiones, se nos plantea algo sobre lo que reflexionar, si esto nos afecta en lo más profundo, en nuestro interior, desequilibrando nuestra vida y nuestro entorno.
Sin embargo si conseguimos bucear dentro de nosotros y ver dónde hemos almacenado lo que realmente importa, lo que somos, nuestras habilidades y capacidades únicas y hemos conseguido blindarlo y hacerlo crecer para cuando lo necesitemos. Todo será más fácil.
Cualquier obstáculo, cualquier lección estaremos preparados para hacerle frente, consiguiendo que nuestra inspiración interior nos guie para no dudar ni un minuto de nosotros mismos, sin confundir más lo que somos con lo que hacemos y menos aún con lo que tenemos.
A partir de ahora asegúrate que la línea infranqueable de tu ser sólo la atravieses para depositar cosas positivas sobre ti, que te impulsen y potencien. Deja fuera todo lo que no te sea útil, lo diga quien lo diga, incluso si lo has pensado alguna vez, sólo fue eso, alguna vez y no es necesario serlo.
¿Qué vas a dejar que penetre en tu yo?
Visto en http://arucacoach.me/