Seguramente no hace mucho tiempo has dicho esta frase “ el problema es…” y a continuación tú mismo o tu interlocutor habéis añadido otra causa u otra perspectiva de lo mismo “el problema es…”
No conozco a nadie todavía a quien la palabra problema no le recuerde algo negativo, molesto que le estresa o cansa y que influye directamente en su estado de ánimo y por ende en su felicidad.
Además de la forma de enfrentarse a ellos, hay quienes los ven como un reto y hay quienes directamente intentan buscar algún culpable, pero lo que hacemos casi todos es buscar rápidamente una causa plausible para justificar ese efecto.
En esa búsqueda, de lo que no somos conscientes realmente es en la energía que derrochamos haciendo ese análisis en lugar de formular una mejor estrategia para poder aportar algo que nos haga salir de ese atolladero mental.
Nos enfocamos en…
Ver la entrada original 225 palabras más