De nuevo una sugerente historia para reflexionar sobre otro comportamiento que seguro que os suena de algo 😉
PERRERA
“Cuando llega el invierno, el perro siente frío. Se dice entonces:
«Necesito absolutamente una perrera. ¡Cuando vuelva el verano, me haré una de piedra, para pasar en ella el invierno!»
Pero, cuando llega el verano, nuestro perro recobra vigor y se pone de nuevo grueso. Orgulloso de su nueva fuerza, dice:
«¡Ninguna vivienda es suficientemente grande para mí!»
Y, ahíto, va a tumbarse perezosamente a la sombra. Por mucho que su corazón le diga: «¡Anda! ¡Construye tu perrera!», él se dice a sí mismo: «¿Qué perrera sería digna de acogerme?»
Cada vez que caes enfermo, tus deseos y tus ambiciones pierden su fuerza y construyes una casa de arrepentimiento. “
¿Cuántas veces cuando hemos estado en una situación determinada y hemos hecho miles de propósitos para que la siguiente vez que tuviésemos que enfrentarnos con esa…
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