La historia de los 3 ancianos
Fuente: Suplementos Pymex
Imagina que encuentras 3 ancianos afuera de tu casa y solo puedes dejar entrar a uno de ellos. Cada uno es diferente. ¿A cuál escogerías? Lee esta linda historia y reflexiona sobre tus objetivos de vida.
Érase una mujer quien salió un día de su casa, cuando de pronto vio a tres ancianos de barbas blancas sentados en el jardín de su casa. Ella se dirigió a ellos diciendo: “No sé quiénes son ustedes, pero seguro tienen hambre. Pasen que les daré algo de comer”. Ellos preguntaron: “¿Está el hombre de la casa?” y ella respondió que no se encontraba. Los ancianos moviendo la cabeza de forma negativa dijeron: “Entonces no podemos entrar”.
Por la tarde, cuando su marido llegó a casa, la señora le comentó lo que había pasado. El hombre le dijo: “Ve y diles que estoy en casa y que entren los tres”. La mujer salió rápidamente para invitarlos a pasar. Uno de los ancianos exclamó: “Nosotros no podemos ser invitados a una casa juntos”. La mujer preguntó el por qué y el anciano mayor le dijo señalando a otro de ellos: “Su nombre es Riqueza, el otro se llama Éxito y el mío es Amor. Ve con tu marido y decidan a quién de nosotros dejan entrar”.
Cuando el marido escuchó esta explicación respondió: “¡Dejemos entrar a Riqueza. Así tendremos comodidades y lujos!”. La mujer le respondió que no le parecía buena idea, que quiza si eligen a Éxito serán admirados por todos. La hija de la pareja que escuchaba la conversación desde su habitación sugirió: “¿Por que no invitamos a Amor? ¿Por qué siempre pensamos en lo material, como si el amor no fuera importante?”. De repente los esposos se quedaron en silencio y sintieron verguenza.
La madre dijo: “Tiene razón”. El padre agregó: “Hagamos lo que dice nuestra hija”. La mujer salió al encuentro de los ancianos y preguntó cuál de ellos era Amor para que pase a su casa. Amor se levantó y caminó hacia la casa. De repente Riqueza y Éxito también se levantaron y lo siguieron. La mujer volteó sorprendida y les dijo: “Si yo solo invité a Amor, ¿por qué vienen ustedes siguiéndonos?”. Los tres ancianos respondieron a la vez: “Si hubiese invitado a Éxito o Riqueza, los otros dos se quedaban afuera. Pero invitaron a Amor y donde quiera que él vaya, los otros lo siguen. Porque donde hay amor, siempre hay éxito y riqueza”.
Reflexión
¿A cuál de los 3 ancianos hubieras dejado entrar a casa? ¿Te das cuenta de las prioridades que pones en tu vida? ¿La riqueza, el éxito, el amor? Es importante saber que aquello espiritual es primordial para nuestras vidas, lo material viene y va, pero lo otro queda en nosotros. Piensa bien sobre tus objetivos de vida y replantea tu situación si es que hubieras escogido a Riqueza o a Éxito para ingresar a tu hogar primero.